En un horno convencional, el platillo que esté más cerca de la zona de calor en la parrilla inferior, se cocinará más rápido.
Por otro lado, en un horno de convección, un abanico gira y hace circular el aire caliente en todo el horno, eliminando así zonas de calor y creando una cocción más uniforme en los platillos. Una característica avanzada en un horno de convección es que incluye un tercer generador de calor además del abanico, logrando así una cocción más rápida.
Una de las ventajas que tiene el convencional es que muchas recetas son hechas para este tipo de horno, por lo que no es necesario ajustar la temperatura ni el tiempo como sería en uno de convección, el cual suele tener un tiempo de cocción más rápido.
Así que, ¿cuál horno será tu mejor aliado al momento de preparar un pastel de cumpleaños, o unas deliciosas galletas para una tarde con tus amigas? Te ayudaremos a elegir la mejor opción para ti.
Ambos hornos tienen diferentes beneficios que se adaptan a tu estilo. A continuación te los presentamos.
Si has decidido usar un horno de convección, revisa la receta que prepararás para saber si es necesario ajustar la temperatura o el tiempo. Un consejo que te damos, es restar 3º C de la temperatura indicada.
Recuerda leer el manual de tu horno para instrucciones exactas y toma en cuenta que los hornos pueden variar, así que mantente atento a lo que estés cocinando.